lunes, 4 de agosto de 2008

José María Villegas en Mairena del Alcor

El piano de José María Villegas, esta noche en Mairena del Alcor

25/07/2008
categoría: Artes escénicas

El pianista de 19 años José María Villegas ofrecerá un concierto hoy dentro del ciclo Noches en los Jardines del Castillo, en Mairena del Alcor. El sevillano acaba de ser distinguido con la beca de la Fundación María Paula Alonso de Ruiz Martínez de Venezuela, que consta de 10.000 euros, y que se le entregará en un acto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.En el concierto, que será a las 22:30, y cuyas entradas han salido a la venta por 5 euros, el joven músico interpretará obras de Clementi y Chopin, además de una selección de los Preludios op.23 y 32 de Rachmaninov y la Rondeña de la Suite Iberia de Isaac Albéniz.La inquietud por la música despertó en José María Villegas cuando era todavía un niño. "Mi madre dice que de pequeño me castigaban en el colegio porque tocaba el tambor con mi estuche de lata", nos confiesa el pianista, que a los 13 años ya había dado una gira de conciertos benéficos por los hospitales y centros de ancianos de California.En 2005 terminó sus estudios de grado medio en el Conservatorio Francisco Guerrero de Sevilla, donde fue galardonado por el profesorado con el Premio Honorífico Fin de Carrera, y durante el último año ha residido en Nueva York, donde recibía clases de Jerome Lowenthal en la Juilliard School. Precisamente allí fue donde conoció al violinista Francisco García Fullana, con el que ha realizado una gira de conciertos por Venezuela este verano.Ahora ha regresado a descansar a Sevilla, donde tiene su "campamento base", a pesar de que estudia en el Conservatorio Superior de Badajoz, junto al pianista georgiano Alexander Kandelaki, del que resalta "su manera de entender la música".A lo largo de su carrera ha recibido consejos de maestros de trascendencia internacional como Yoheved Kaplinsky, pero no aspira a ser un imitador, sino un músico con personalidad propia. "Me alimento de lo positivo de los grandes pianistas, pero no quiero ser igual que alguien, yo soy el que pone el último ingrediente".La vocación del sevillano le exige un nivel de dedicación extrema. Él mismo explica que "es complicado ser una persona normal", ya que dice que podría pasarse todo el día tocando el piano. "Estoy entre 6 y 9 horas al día metido en un cuarto. Es duro, pero de vez en cuando puedo tomarme una tarde libre". También confiesa que sus amigos no son muchos, ya que "es difícil que la gente que no pertenece al mundo de la música comprenda esta forma de vida".Al joven sevillano no le preocupa el futuro, "sólo trabajar en el día a día". Declara que su sueño sería crear una escuela de música de alto rendimiento como las que existen en América en su ciudad natal, pero a corto plazo su intención es formarse "en los mejores sitios y con los mejores profesores, y volver a España para compartir lo aprendido".Villegas, que con tan sólo 6 años ya jugueteaba con las teclas blancas y negras, dice no tener miedo a las rivalidades , a pesr de la masificación de un instrumento como el piano. "La rivalidad, en parte, es buena. Cuando observas cómo tocan otros pianistas, intentas superarte para ser mejor que ellos. Siempre se puede aprender no sólo de los rivales, sino también de la gente que te critica".



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