martes, 5 de agosto de 2008

Viaje a ninguna parte


Allí, lejos, donde el aire no respire
Allí, lejos, donde el sol ya no ilumine
Allí, lejos, donde el mar se haya vuelto arena
Allí, lejos, donde las rocas en polvo se deshagan
Allí, lejos, donde los ríos ya no lleven agua.

¡Llévame! ¡Llévame! ¡Llévame!
que quiero dormir con mi soledad a solas

2 comentarios:

La Dama Zahorí dijo...

Sencillo. Fresco sin aire, luminoso sin sol, refrescante sin mar, duro sin rocas, nutricio sin río…me entran ganas de que me lleves contigo, y dormir yo también un ratito…

Me siento como Fray Luis leyendo a Garcilaso. La foto, idónea.

Tqm. Sigue así, Niña de los Topónimos, que escribes genial.

La Lectora dijo...

Tu comentario es digno de otra entrada.
Gracias.
Cuando quieras, te vienes y te hago un huequito