miércoles, 10 de septiembre de 2008




Su aliento es como miel aromatizada con clavo de olor;

Su boca, deliciosa como un mango maduro.

Besar su piel es como probar el loto.

La cavidad de su ombligo oculta acopio de especias.

Qué placeres yacen después, la lengua lo sabe,

pero no puede decirlo




Srngarakarika, Kumaradadatta (siglo XII)

2 comentarios:

La Dama Zahorí dijo...

Rocío, no sabía que eras aficionada a la literatura oriental exportada a Europa durante la Edad Media y recreada en un sinfín de formas en diversas recopilaciones de apólogos, enxiemplos y misceláneas literarias variadas, esta faceta tuya la tienes que explotar más (todo sea por nosotras y por el bien de nuestros temas 41 y 44, jeje...)

Besos

La Lectora dijo...

estoy en ello. todo a su tiempo. ya ves, nunca dejaremos de sorprendernos