viernes, 3 de octubre de 2008

El niño con el pijama de rayas


Paseábamos sendas bibliófilas por los entresijos de las vías sevillanas y nuestros pasos nos guiaron cual querencia de un animal de carga a las puertas de un lugar prohibido para quienes ya apenas tienen dinero y espacio donde colocar una nueva joya: llegamos a la FNAC. Solas, sin que nadie nos indicara el camino subimos por las escaleras mecánicas hasta dar con la SECCIÓN DE LIBRERÍA. Los ojos se nos salieron de las cuencas buscando qué material nos falta en nuestras repletas estanterías. Ella encontró unos comics de Buffy, pero yo encontré El niño con el pijama de rayas. Allí estaba, esperando ser apresado por unas manos que tenían ansias de hacer suya una nueva obra literaria. Mi sorpresa fue que también estaba la versión francesa. Mi subconsciente me recordó aquellos "après-midi" que Annie y yo pasábamos en Les Trois Fontaines o en Art de Vivre inspeccionando de arriba a abajo todo el centro comercial de Cergy y Éragny, respectivamente. Finalmente, la conciencia me hizo cogerlo en español para que en casa pudieran leerlo.

La lectura ha sido rapidísima. Me ha encantado porque ya era hora de ver el entramado de la guerra desde la óptica del bando contrario. La inocencia del niño nos hace sacar alguna que otra sonrisa de entre la barbarie de su contexto histórico. Lo que más me maravilla es que en relatos anteriores siempre he querido que le pasara algo a alguno de estas marionetas de El Furias. Incluso, cuando eran apresados a finales de la guerra siempre me alegraba porque "habían ganado los buenos". En este libro, se nos deja ver la capacidad de persuasión y manipulación en la juventud germánica, la humanidad de la mujer del director del campo de concentración, la aceptación y rechazo de los padres del director del centro, la inhumanidad de los siervos del dictador, la inocencia de un niño que no entiende por qué esos granjeros están tan apenados y el lado humano del Padre del niño cuando entiende que ha perdido a su hijo en el mismo lugar y del mismo modo en que él ha terminado con familias enteras.

¿La película? Está decente. Es muy buena para jugar a las diferencias. Sin duda se saltan cosas, aunque eso es lo de menos. Quizá lo más grave son los últimos minutos en los que, prácticamene, se han inventado la gran parte de los acontecimientos. Si no han leído el libro creerán que es excelente. Yo recomiendo que lean y luego vean la versión que se han sacado de la manga...

4 comentarios:

PinUp dijo...

Sinceramente, siempre he preferido los libros a las películas, no he visto la que nombras ni tampoco leído, pero he de decir que me llamó la atención.
Gracias por tu crítica, leeré el libro y si en su momento me apetece miraré la pelicula ;)

Muaksssssssss!!!!!!!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Tremendamente fuerte. Eso libro te resarma.
Saludos

Lia dijo...

el tema en si ya es tremendo, mas visto desde los ojos de un niño...y bueno, si me das a elegir entre palabra escrita donde puedo dejarme llebar por la magia del escritor y mi forma subjetiva de imaginar, a una pelicula...no hay duda q me quedo con la primera...
en cualquier caso, siempre acabamos en el cine para ver la puesta en escena y compararla con la de nuestra propia imaginación;)
Besitos!

La Dama Zahorí dijo...

Felicidades por una lectura tan productiva. Yo estoy deseando leerlo también.