jueves, 18 de septiembre de 2008

Tratado sobre el amor

En honor a las últimas palabras de Carlos en lo referente a "¿Acaso sé lo que es el amor?", me he comprometido a ofrecer algunas líneas de las imágenes que me vienen a la mente cuando llega a mis oídos tal significante.
Bien es cierto que el título "Tratado sobre el amor" está totalmente fuera de cualquier pretensión exhaustiva sobre el tema. Jamás estaría en condiciones de dar una disertación al respecto. Eso habrá que dejárselo a los especialistas que, de seguro, serían capaces de extraer más de mil definiciones (algo así como nosotros, los filólogos, hemos conseguido hacer con la definición de "oración").
Pues bien, el amor es tan importante que siempre lo he barajado en dos bandos: el amor al prójimo, a los amigos, a la familia,... y el amor físico-espiritual. Creo que en tu escrito, Carlos, te referirías más al segundo, así que intentaré continuar con tus directrices sobre la definición de amor.
Pues bien, no hace mucho tiempo leí en El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez que el amor entre dos personas constaba de dos partes -seguimos, por tanto, con esa dualidad-: de cintura para arriba; esto es amor espiritual, y de cintura para abajo; o sea, amor carnal. Prosigamos, pues, a describirlos.
AMOR ESPIRITUAL
Entendemos por espiritual a todo aquello topicalizado sobre el asunto del amor -nada más allá de paranoias relacionadas con las pautas o prejuicios que tengamos al respecto-. En este sentido, el amor no es sólo un sentimiento, es -como te puse en mi comentario- una conducta. Lo veo como algo espontáneo que surge tras algún tiempo de incertidumbre. Me explico, amar es también dudar, es también rallarse, es también decir "tampoco es para tanto", es también huir, perseguir, escapar, jugar, insinuar, mojarse, escabullirse. Es también dejarlo estar y tirar del anzuelo cuando se escapa. Es no saber qué decir en el momento oportuno y dejar hacer por si el otro se atreve. Es ir convirtiendo el juego de la margarita en un aliciente que, con el paso del tiempo, se convierte en una necesidad. Es dejar de sentir vergüenza y de contar cosas que ni pensabas que le contarías a nadie. Es dejar todos tus miedos, tus tapujos, tus inquietudes, tus ambiciones,... para caer rendido ante la simpleza de algo tan bello, inocente y sano. Es olvidarse del paso de la vida, es conseguir que tu estrella brille como ninguna en el firmamento, es sentirte en paz contigo mismo. Es dejar que alguien te acompañe y siga esas miguitas de pan que vamos dejando por el camino. Es ir a más. Es querer y sentir que eres querido. Es desarmarte ante la evidencia de que ya no sientes igual si esa persona no está contigo. Es, al fin y al cabo, el significado que necesitaba tu significante.
AMOR CARNAL
Es un remolino de sentimientos, de lucha, de fuerza desmedida en el que la ansiedad, el deseo, el nerviosismo, la tensión, la incertidumbre, la seguridad, la inestabilidad tan estable de la inexperiencia va cabalgando a base de tropiezos, de éxitos y fracasos. Es una transformación del ser humano en el que la delicadeza, la fuerza, la rigidez, la placidez, el gozo, la sombra, la timidez, la valentía, los prejuicios, los experimentos, la luz, la oscuridad,... confunden del más regazado al más avispado. Es un desdoble del ser humano tan nuestro, tan propio y, a veces, tan salvaje, que se complementa con la espiritualidad y las ansias de alcanzar el punto de tensión en el que la paz termina con cualquier intento salvaje de persecución. Es la lucha y la tregua, la tormenta y la tempestad que le da sentido a muchos aspectos de nuestra vida.
Bueno, no sé si he podido cumplir con las pretensiones de tu escrito. Sólo he descrito lo que mi experiencia de haber sido apresada por los brazos de Don Amor me ha permitido. De todo esto, lo único que más me maravilla es que, una vez que has sido atravesado por la flecha de Cupido llegas a afirmar rotundamente que tu pareja puede tener mil virtudes y mil defectos pero que, después de todo, eso es lo que menos importa. Ama y vive, lucha y ama, piensa y ama, corre y ama, trabaja y ama,persigue y ama, haz todo lo que quieras, pero ama.

2 comentarios:

Lia dijo...

haz o q quieras pero ama, si señor, jaja, me encanta!
jaja...genial!!
Un saludo.

Carlos dijo...

Pues al final si que has puesto un tratado sobre el amor, yo creo que me quedo más con el "espiritual". Felicidades por tu post y por tu forma de ver el amor.